Bingolín es mucho más que una figura simpática: es el nuevo rostro de la transformación digital y emocional de Bingo Costa Verde. Un personaje que nace con una misión clara: generar conexión, transmitir cercanía y acompañar al público en una nueva etapa de la marca donde el entretenimiento se renueva, evoluciona y se adapta a los códigos de comunicación actuales.

Su diseño responde a una necesidad real: ofrecer una figura que acompañe la comunicación de la marca desde un tono más humano, accesible y empático. Bingolín no está ahí solo para decorar o entretener. Está para comunicar mensajes clave, generar interacción, servir de guía y acompañamiento, y aportar un toque emocional que conecte con las personas, sobre todo en un contexto en el que todos hemos buscado refugio en lo cercano, lo sencillo y lo auténtico.

La campaña con la que se presentó se apoya en animaciones, vídeos y contenidos digitales en los que el personaje cobra vida. Pero más allá de las piezas gráficas o los canales, lo más importante fue crear una presencia coherente, con identidad, con carácter, con una historia detrás. Una figura que pudiera crecer con la marca y evolucionar con ella.

Bingolín es, en definitiva, el reflejo de cómo una marca puede reinventarse sin perder su esencia, aportando valor a través de la creatividad, la empatía y el uso inteligente de la tecnología.