Si una persona se somete a un ruido, imagen u olor constante, poco a poco se acostumbra a ese elemento y, al final, deja de ser consciente de él. Por ejemplo, si entras en una habitación con un olor característico detectas rápidamente el aroma, pero si te quedas en la habitación unos minutos, el olor parece que desaparece. Esto lo podemos aplicar en muchos aspectos de nuestra vida diaria, incluida la felicidad. Todo el mundo tiene algo por lo que ser feliz: salud, hijos, trabajo… No obstante, conforme va pasando el tiempo, nos acostumbramos a lo que tenemos, todas esas cosas increíbles desaparecen de nuestra mente, y dejamos de valorarlas como el primer día.
Según un estudio realizado por Robert Emmons y Michael McCullough, cuya base era descubrir el efecto de recordarles a las personas las cosas buenas que cada uno tenía en su vida, llegaron a una conclusión sorprendente. Entre todas las personas que participaron, se les pidió que pasaran varios minutos al día escribiendo y se realizaron tres grupos: el primero debía escribir cinco cosas por las que se sentían agradecidos, el segundo cinco cosas que le molestaban, y el tercer grupo anotaba cosas que le había pasado la semana anterior. Con este estudio se llegó a la conclusión de que, de los tres grupos participantes, los que expresaban gratitud acabaron siendo más felices, más optimistas y más sanos.
Y en el mundo del marketing sucede exactamente lo mismo. Si has hecho algo bien, no lo des por supuesto, tu cliente debe saberlo.
El mejor ejemplo de ello es la compañía irlandesa Ryanair, que tan solo con su característica música les recuerda a los viajeros que una cosa tan obvia y seria como la puntualidad es una particularidad que los define, aunque el vuelo haya sido nefasto. ¿A que tú también puedes reconocerla?
Desde siempre se destaca la importancia de dar las gracias cuando alguien participa en una acción positiva para otra persona, es un principio básico de convivencia, y precisamente por eso, no se debe olvidar por ningún momento que tus clientes deben sentirse apreciados. Darles las gracias no solo va a hacerles saber que los tienes en cuenta, sino que va a ayudarte a generar un sentido de pertenencia a tu negocio, o lo que es lo mismo, fidelidad a tu marca. Dar las gracias no es solo una obligación, sino es el mejor camino para fidelizar a nuestros clientes.